Mis últimas aventuras II - Relatos Eróticos

Mis últimas aventuras II

... derecho al lecho, donde 12 manos me entran por todos lados. Allí ya entro en calor y hago poner todos a mi alrededor y les voy mamando las vergas uno a uno. Aquellas que estaban morcillonas adquieren una dureza y tamaño envidiable, yo en esos momentos me dispongo a gozar todas y cada una de ellas, Mi calentura es infinita de ver las vergas que "me voy a comer", menos mal que mi amante Jor, en Buenos Aires en su momento me abrió bien el orto con su poronga de 22 cm de largo y 17 cm de circunferencia, por lo cual me costará poco trabajo comerme por el culo las porongas de los negros. Aunque no lo esperaba tan rápidamente, me quitan la ropa interior, me ponen de perrito y me empala uno de los negros por el culo, me la pasa por la raya del culo, espera que el cámara tome la imagen, me la pone en la boca del ano y sin decir agua va, de un solo empujón me la manda a fondo. Mi sorpresa fue mayúscula, esperaba una introducción lenta, dicha acción me arrancó un fuerte quejido de dolor, que se fue transformado con el correr de los segundos en gemidos de placer, sentirse empalada, chocando sus testículos en mi nalga, fue algo sublime. Siendo yo multiorgásmica, los orgasmos se fueron sucediendo sin solución de continuidad, sin ...

... llegar él a acabar me la saco de dentro mío, uno de ellos se acostó boca arriba, con el pene bien tieso y me hicieron sentar arriba de él, su palo ingreso como cuchillo caliente en la manteca en mi encharcada vagina, me hizo apoyar sobre su pecho, dejando mi culito para recibir pija. Inmediatamente mi orificio fue ocupado por un nuevo intruso, quería gemir de gozo, pero mi boca la ocuparon entre los cuatro restantes. No terminaba de sacar poronga uno de adentro de mi boca, que me penetraba otra. Me encontraba en el Edén del sexo. Organizaba uno a tras del otro, hasta que sentí que mi recto era llenado por lechita caliente. Fue el sumun, el orgasmo que sucedió a tal evento, creo que debería integrar el libro de record. También, no sé cómo lo lograron, tuve doble penetración vaginal, mientras uno de ellos me hacía la cola y yo chupaba los penes de los tres restantes. Perdí el control de mis orgasmos, solo sé que cada uno de ellos acabó no menos de dos veces, ya en mi boca, en mi ano y mi vagina. Termine enchastrada de semen y con mis agujeros ardiendo. Pero es lo mejor que he vivido en materia sexual en mi vida. Tuve un último pensamiento, ¿qué hubiera pensado mi marido si me hubiera visto empalada en todos mis agujeros? -Mony