Mi contador me hace su puta - Relatos Eróticos

Mi contador me hace su puta

... sueño, que realmente estaba sucediendo y que lo peor estaba a punto de pasar… -"por favor Víctor no hagas esto mira que soy la mujer de tu exjefe el que te brindo la mano y te dio el empleo, el confío en tú, mira que hasta te dejo a cargo de nosotros por favor no…" Trate de sacar un mínimo de remordimiento a Víctor, con la esperanza de que este se arrepintiera. -"tú sabes lo mucho que me gustas Byanca, siempre me gustaba venir a tu casa a entregarle papeles a tu marido tan solo para verte siquiera un ratito y ahora que te tengo enfrente tu crees que me voy a arrepentir” -"sácate esa maldita camisa que quiero verte esas tetas que no escuchas” Sin más remedio empecé a desabrocharme la camisa botón por botón hasta dejarla ligeramente abierta apenas mostrando el broche de mi sostén, tome aire y deslice la camisa por mis hombros dejándola caer sobre mis pies. -"pero mira que par de melones tienes, sabía que los tenías bonitos pero no me los imaginaba tan grandes” Ahora si quede solo en ropa interior, con mi lencería fina de encaje que se traslucía todo. -"ahora quítate el sostén, quiero ver tus tetas libres” -"por favor Víctor mi hijo no tardará en llegar y si nos llega a cachar mira que” -"quítatelo o te lo arranco, lo quieres por las buenas o por las malas” Me desabroche el seguro del sostén y lentamente me fui deshaciendo de mi intima prenda, hasta que deje libres mis tetas. -"perfectas, son perfectas todavía mantienen su firmeza” Estiro la mano y me toco una, la cargo con ...

... una mano como si quisiera adivinar su peso. -"ahora quiero verte caminado por toda la habitación ándale... quiero ver como se mueven todas tus carnes” Dicho esto se sentó en el sofá donde mi marido solía revisar el periódico por las mañanas. -"aquí estaré más a gusto je je” Se aflojo la corbata y se sacó unos botones de la camisa. -"ándale Byanca no que tenías prisa, si no tu hijo no tardará en llegar y te mirara así” Empecé a modelar por toda la habitación en ropa interior, cuando pasaba por un lado de Víctor esté me soltaba un cachetadon en las nalgas, lo cual hacia que diera un pequeño brinquito, su mano quedaba dibujada perfectamente en un cachete que poco a poco se iba borrando solo dejando una mancha roja en mis glúteos. -"ahora ponte a gatas que quiero verte como una perrita guuau… guuau… guuau…" Cerré los ojos y totalmente humillada me puse en cuatro patas, mis mejillas se sonrojaron, esté desgraciado me estaba humillando de la peor manera, me paseaba sobre el piso a cuatro patas sintiendo como mi orgullo era pisoteado por este desgraciado que me estaba chantajeando. -"hey perrita ven… te quiero dar tu premio por obediente” -¡hey no te levantes… así a gatas como estás ven aquí… y contonéate como gata en celo ja ja! Tuve la terrible humillación de cruzar toda la habitación hasta donde se encontraba Víctor sentado, y así como él me ordeno tuve que mover las caderas como si fuera una gata. Me sitúe frente a Víctor esperando nuevas órdenes como si realmente fuera mi dueño, ...