Celebrando con la puta de mi esposa
Fecha: 13/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Confesiones
Autor: Slim Pantyhose, Fuente: CuentoRelatos
El domingo pasado fue la final del futbol de la Liga MX y habría que verlo con mi compadre Martín y su familia. Así fue, ellos (es decir Martín, mi compadre y sus dos hijos) llegaron temprano a casa, casi daban las dos de la tarde y lo de siempre, mientras se llegaba la hora del partido, nos tomamos unas cervezas para hacer apetito. Platicábamos amenamente cuando los hijos de mis compadres propusieron irse al cine una vez terminado el encuentro de futbol, de tal forma que entonces, se acordó que la comida se hiciera como a eso de las 5 de la tarde, una hora previa a la celebración del partido. Mi compadre y yo nos la pasamos con puras botanas y un chingo de cervezas; ellas, mi esposa, la comadre y los hijos del compadre comieron en forma. Comenzó el partido y nos dedicamos a disfrutarlo, ya saben con las emociones a flor de piel. Se acercaba el medio tiempo y los chavos comenzaron a chingar a mi compadre para que les diera dinero y se pudieran ir al cine, pero obvio, como todavía están más o menos chicos, alguien los tenía que llevar, así es que la sacrificada era mi comadre Flor. Que por cierto, invitaron a mi esposa, pero ella prefirió quedarse, ya saben, tenía que dejar limpia la casa, pues al día siguiente habría que ir al trabajo y como no tenemos servidumbre, pues ella tenía que dejar limpio todo, por ello no quiso ir... Jajajaja; después de todo, creo que estuvo mejor, pues ella terminaría siendo el alma de la fiesta. Terminó el partido y también se terminaron las ...
cervezas. Ambos, (mi compadre y yo) somos aficionados a las chivas, de tal forma que teníamos que festejar ese enorme triunfo, pero al ya no contar con cervezas, tuvimos que ir a comprar un tequila. Cuando mi esposa se dio cuenta que íbamos a salir me pidió que no lo hiciera, que mejor nos quedáramos en casa y que si queríamos tomar, que mejor lo hiciéramos ahí, pues las cosas por estos rumbos, ya después de las 10 de la noche se ponen un poco difíciles. Digo, no están para saberlo, pero por esta zona de la ciudad se han dado muchos asaltos y con violencia; entonces era lógico lo que ella me pedía. Así es que nada más bajamos al Oxxo, que está a un lado del edificio en donde vivimos y aunque nos salió un poco más caro que en el súper, ni pedo, compramos todo ahí y regresamos al departamento de volada. Como sólo estuvimos botaneando durante la tarde con mi compadre, pues con poco tequila que habíamos bebido, se nos subió el alcohol muy rápido y ya con la tercera o cuarta copa, ya nuestras pláticas pasaron a hacer de sexo en lugar de las deportivas. Como es costumbre, ya con mi compadre comenzamos a abordar temas más candentes y como mi esposa iba y venía de un lado al otro, pues se me antojó que nos hiciera compañía, el único problema es que su vestimenta no era apta para este tipo de conversaciones. Traía puesto unos jeans más o menos aguaditos, una blusa larga y unos tenis Converse. Le metimos cuatro copas de tequila y como que comenzaba a entrar en ambiente. Se terminó la ...