Confesiones de un potencial Adicto P.1
Fecha: 29/10/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: monoapatin, Fuente: SexoSinTabues
... mayor error fue el continuar dándole cuerda en lugar de cortar cualquier comunicación con ella, lo que muchos días después se convirtió en una visita en casa donde conversabamos, pero ante un latente deseo sexual, me abalansé, no literalmente. Dejé que tocara mi torso, lo masajeó y yo llevé sus manos dentro de mi polera, ella estaba nerviosa pero muy ilusionada, me quitó mi polera y ella se contenía, su respiración entre cortada y manos temblorosas se notaban. Me movía ligeramente y ella solo temblaba más y más, hasta que uno de esos momentos, de sorpresa, me lanzé ahora sí a ella, nuevamente unos besos en los que la saliba recorría de boca a boca, las lenguas no dejaban de bailar. Estuvimos así un rato, hasta que ella, algo más atrevida, me sugirió lamer su cuello, así hice; paso segundo ya quería que lamería sus senos, los cuales se mantenían cubiertos por su blusa y brasier (aunque realmente dudo que tenga muchos brasiers ante la obvia inutilidad de los mismos) Me fui desanimando y ahí acabó la jugarreta. No pasaron mayores cosas sino hasta una noche en la que conversabamos, ella trajo los sucesos previos a la conversación, y ante mi pesar y varias cosas que me complicaban, fui cediendo. Terminé, entonces, comenzando algo que me atormentaría hasta hoy. con las simples palabras "Quiero portarme mal. Muy Mal" comenzó todo. Esa noche fuimos conversando de las cosas con tonos ya más rojos. Una cosa llevó a otra y nuestra conversación no podría ser menos inocente, ...
... compartíamos fotos de nuestros cuerpos, mensajes mencionando la situación y ella, mucho más allegada a mí, presionando comentarios para que tuviesemos algo. Ya alrededor de las 5am, concretamos algo; iría a su casa y todo lo conversado en el chat podría hacerse realidad. Me eché una ducha, y con un cansancio terrible por haber quedado despierto toda la noche, me encaminé a su casa, intentando mantenerme lo suficientemente caliente para darle el gusto; que bueno, a mi no me iba a ir nada mal el relajear. LLegué a su casa, tomamos un café para que nuestros cuerpos tengan un estímulo más, me llevó a su habitación y me abrazó. Abrazados ahí, yo algo incómodo y algo más tímido comenzó a masajear mi torso, ligeramente, en círculo y se fue acercando a mis labios, nos besamos nuevamente, de a poco. Ella besa horrible, abre la boca y besa tal cual, dejando el rostro como si estuviese vacío, solamente cuando la situación sube de tono, las cosas mejoran, pero hasta eso, es como besar una aspiradora. Continuamos, ella seguía tocándome y yo me dejaba, debo admitir que en varios casos prefiero que se me haga todo, y en este particular, pese a la noche tan erótica que habíamos pasado, no tenía el ánimo para toamr iniciativa. Ella se quejó. - Por qué eres tan rígido, vamos, hazme algo! - Estoy algo cansado y tímido -le dije- Pero adelante, tu puedes disfrutar - No será así divertido -replicó Patricia- Te necesito más lindo conmigo, ven acércate. Me llevó a la cama, me sentó junto a ella y comenzó a ...