t) Papá sale del hospital
Fecha: 04/09/2017,
Categorías:
Gays
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... sus nalgas y meterle la mano por su raja hasta llegarle al ano, no se opuso, solo emitió un suspiro hondo, le habría metido un dedo, la puntita, pero no sabía si le gustaría y volví a pasar las manos por su redondo culo cubierto de una suave alfombra de aterciopelados pelos. Esta vez mi hermano me hacía el amor, o yo así lo sentía, me gustaba cuando me follaban sin tanto preliminar, pero esto resultaba ser otro nivel del placer, algo superior que lograba despertar mi instinto femenino, recóndito y escondido en la parte más primitiva del cerebro, logrando que mi entrega fuera total y absoluta, dispuesto para lo que ordenara él macho dominante. Comenzó a aflojar sus brazos soltándome de ellos. -Quiero metértela por detrás, apóyate en la pared. -me estaba pidiendo que me pusiera sobre la pared que separaba este cuarto del de papá, me iba a escuchar hasta la respiración, no me podía negar, él era quien mandaba en la hembra entregada y sumisa. Como me pedía me arrodillé sobre la cama y coloqué los brazos en la pared, con las piernas separadas y él me miraba, disfrutando al verme obediente y dedicado a hacer lo que deseaba. Me observaba y se masturbaba con lentitud la polla, sintiendo su superioridad, y como si fuera lo más normal que le obedeciera sin rechistar. Se acercó y sacando la lengua la pasaba por mi cuello bajando por la espalda, lograba que me estremeciera y gimiera con la boca en la pared, continuó bajando hasta llegar a mi culo y se detuvo, incliné el cuerpo sacando ...
... el culo y abrí un poco más las piernas. Cogía las nalgas con sus fuertes manos estrujando una en cada mano y metió los dedos en la zanja tirando para abrirme, se deslizó hasta tener la cara entre mis nalgas y apretó para llegar con la lengua al ano, tuve que dar un grito agudo. Sabía que papá nos escuchaba atentamente, con mi oído en la pared podía escucharle respirar fatigado, seguramente excitado por lo que imaginaba que sus hijos hacían a escasos dos metros de donde él se hallaba. Rafi comenzó a lamer y chupar con ganas, y yo a echar hacía atrás mi culo más y más. Se esmeraba intentando introducir la lengua en el ano y cooperaba todo lo que podía para que así fuera, quería, necesitaba gritar y lo hice sin miramientos. -¡Ahhhhh! Sí, dame más lengua, mete tu rica lengua en mi culo, dame, dame, no me dejes. ¡Ahhhh! La sensación de su lengua en la entrada del culo resultaba imposible de aguantar y le pedía sin embargo más, y me la metía como le pedía produciéndome escalofríos de placer fortísimos, hasta que se canso de degustarme el ano y se colocó afincando las rodillas entre las mías aferrándose a mi cintura. -Prepárate ricura te la voy a meter hasta que te salga por la boca. -Sí, sí empálame, mete tu rica polla y lléname el culo. -todo esto lo hablamos en voz alta y chillándonos. Colocó la punta de su palo en mi culo, el exceso de lubricación hacía que resbalara y subiera por la raja entre las nalgas y me resbalé para que me atacara desde abajo sin darme posibilidad de huir. ...