1. Otra vez, descanso obligatorio en lunes


    Fecha: 16/04/2024, Categorías: Hetero Infidelidad Intercambios Autor: Mar1803, Fuente: SexoSinTabues30

    ... el sabor que tengo?”, contesté. “Sí, mamita, riquísimo”, aseguró. “También tu leche sola es riquísima. No cabe duda que sabor con sabor se paga”, recordando lo que me dijo Amador.
    
    Después que descansamos, le dije que desayunáramos. En la mesa, frente a frente, y sonriendo, yo agradecía mi gran suerte: Estaba muy bien cogida, pues me zampé dos vergas, tanto por la panocha como por la boca. En ambos casos me tomé algo de leche haciendo el 69 y también, a cada uno le di la crema del otro; a los dos les gusto y saborearon exaltados mi sexo; Amador sí sabía que la leche era de Ramón y éste creía que era la suya. Obviamente, no fui a misa, aunque mi marido cree que sí; de cualquier manera, fue un momento sacro.
    
    –¿Qué te parece si hoy vamos a comer fuera? –me preguntó mi marido.
    
    –¿Y qué hacemos antes?, porque falta mucho tiempo –señalé.
    
    –Nos arreglamos y salimos a pasear –contestó y se metió a bañar.
    
    Yo no quise bañarme, no es mi costumbre, me negué a hacerlo para estar en forma (con sabor y olor) para mañana, como le gusta a Bernabé, a quien le prepararé axilas y tetas con crema. Pero cuando salió del baño, me obligó a que me metiera a la regadera.
    
    Al regresar a casa, fuimos a la cama. Lo encueré, yo también me desvestí, y me puse a hacerle una cubana a mi marido, lamiéndole la cabecita cada vez que ésta se asomaba entre mis tetas, hasta que salió un chisguete que me distribuí por las tetas.
    
    –¿Quieres mamármelas? –le dije al tiempo que se las ofrecía.
    
    –No ...
    ... me gustan así… –dijo moviendo la cabeza de manera negativa, mirándolas con desagrado.
    
    Le di unos jalones al pene para exprimirle unas gotas más y me las unté en el sobaco. “¡Cochina!” exclamó.
    
    –Tu leche es muy rica, papacito, y seguramente en mis tetas sabe mejor, ¡de veras! –le dije y volví a ofrecérselas.
    
    –¿Cómo sabes? –
    
    –Yo no me las alcanzo a chupar bien, pero tú sí… –dije al lamerme el pezón, y pensé en otros a quienes sí les gustan así.
    
    Nos acostamos y me puse a jalar el tronco mientras me metía el escroto con sus bolas en mi boca. Mi marido, sonriente, cerró los ojos para gozar de las caricias de mi lengua. Dormimos y más tarde desperté cuando me colocó aceite lubricante en el culo. ¡Traía el falo estiradísimo! y lo metió por atrás jalándome de las caderas. Sentí muy hermoso cómo entraba y salía su pene de mi orto, hasta que se vino, llenándome la cola de su amor…
    
    En la mañana, me desperté con su pene en mi boca, lo chupé, se vino un poco y volvimos a dormir. Yo sí sabía que hoy era día de conmemoración nacional, debido a la Constitución de 1917, y la de 1857, pero no recordaba, o no sabía, que era día libre obligatorio. El asunto es que me quise parar para hacerle el desayuno a mi esposo y él me jaló hacia la cama.
    
    –¿A dónde vas, mamacita? Te quiero en la cama, mámamela otra vez… – dijo y me puso el pito en los labios.
    
    –Pero debes ir a trabajar, al rato vendrán por ti –le dije tomando el aparato desde los huevos para metérmelo a la boca.
    
    –Hoy ...