1. Vecino necesito que me haga un gran favor….


    Fecha: 16/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    Vecino necesito que me haga un gran favor….
    
    Soy un hombre soltero, de más de cuarenta años, trabajo como oficinista de un banco, y aunque he tenido varias compañeras, desde hace tiempo decidí no echarme la soga al cuello, perdón, quiero decir casarme.
    
    Aparte de que desde hace unos cuantos meses atrás, me di cuenta de que he ido perdiendo potencia, en otras palabras, se me hacía muy difícil que se me parara mi verga.
    
    Lo triste del caso es que eso ya lo veía venir y no hice nada, ya había comenzado a darme cuenta de que hace algún tiempo, no se ponía tan duro como antes.
    
    Para colmo un día que me encuentro en al apartamento de una amiga mientras que nos besábamos de manera ardiente, me doy cuenta de que mi verga, nada de nada.
    
    Pero con eso y todo fuimos a la cama, y aunque ella me abrió sus piernas de par en par, mi verga lo único que hacía era mirar vergonzosamente al piso.
    
    Esa noche tuve que aparte de ponerme mamarle el coño a mi amiga hasta el cansancio, para no quedar del todo mal, me dediqué a masturbarla, introduciendo mis dedos y casi por completo mi mano, dentro de su vagina.
    
    Después de lo cual me disculpé diciéndole, que lo más probable era, que el dolor que sentía en mi espalda, que no me dejaba hacer nada.
    
    Ella tomó como buena la escusa, y yo partí para mi apartamento bastante molesto conmigo mismo, desde luego que al día siguiente fui a ver un urólogo, que después de un sin número de preguntas y exámenes, me dijo que todo eso era debido a mis ...
    ... excesos.
    
    Por lo que me recomendó que durante unas cuantas semanas me estuviera de tener sexo, que reposara, para ver si así y con la ayuda de unas pastillas azules podía volver a funcionar como antes.
    
    Después de esa noticia, aunque yo me consideraba una persona, cien por ciento heterosexual, pensé seriamente que, durante un buen tiempo en no volver a ninguna mujer, digo íntimamente.
    
    Pasaron meses hasta que el doctor por fin me dio el visto bueno u una la receta, y para celebrarlo invité a una mujer casada.
    
    Cuando llegó el viernes, a mitad de la noche, le realicé una llamada de mi vecino, del apartamento frente al mío, al que conozco por varios años.
    
    Le pedí, que, por favor, pasara por mi apartamento, que se trataba de una emergencia, al él llegar le abrí la puerta, envuelto en una toalla alrededor de mi cintura.
    
    Cosa que de por si le llamó la atención, aparte de lo raro de la situación, soy algo gordo, medio calvo, bajito y con todo mi cuerpo bastante velludo, en fin, que no soy un Adonis les quede bien claro.
    
    Bastante nervioso y asustado le pedí que se sentase, mientras comencé a contarle que esa noche, yo tenía una cita con una mujer casada amiga mía, para lo cual me preparé con algo del polvo maravilla, y tomando de las pastillas azules, que me recetó el doctor.
    
    Pero la tipa nada que llegaba, así que la llamé por teléfono y ella muy molesta me dijo, que el cabrón su marido, la había llamado desde el aeropuerto, diciéndole que el vuelo fue cancelado, ...
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