1. Un tropezón con final feliz (7)


    Fecha: 15/04/2024, Categorías: Grandes Series, Autor: Zeus, Fuente: CuentoRelatos

    ... Eduardo dijo que se iba dentro de la casa, que no tardaran.
    
    Al cabo de unos cinco minutos los tenía a los tres en el salón como tres perritos obedientes esperando órdenes de su amo.
    
    -Claudia, ¿tienes un par de delantales de cocina?
    
    -Sí.
    
    -Poneros uno cada una y apoyaros de cara en la isla de la cocina. Eduardo había bajado el látigo y cuando las dos estaban en la posición que les había mandado, se acercó y las acarició con el látigo, el vello de las dos se erizó esperando el latigazo, pero Eduardo se recreó, no tenía prisa, pasaba de una a la otra como un pintor que da los primeros trazos con un pincel en un lienzo en blanco, dejó el juguete encima de la isla y les pidió que se dieran la vuelta y se arrodillaran con las manos a la espalda, Cristina fue la primera en recibir un guantazo, no dijo nada, Claudia la miraba y pensó que ella también recibiría otro, Eduardo le dio otro a Cristina que seguía en silencio.
    
    -¿Era mi puta?
    
    -Sí amo.
    
    Eduardo le dio otro y le preguntó.
    
    -¿Eres mi esclava?
    
    -Sí amo. Eduardo acariciaba la cara de Claudia ante la atenta mirada de Ricardo. Eduardo le dio uno a Claudia y le preguntó.
    
    -¿Eres mi puta? Ella sorprendida y excitada respondió.
    
    -Sí amo. Le dio un par más y le preguntó.
    
    -¿Eres mi esclava? Ricardo seguía en silencio observando la escena, estuvo a punto de decir rojo pero pensó que era su mujer la que lo debía decir.
    
    -Sí amo. Se quitó el bañador y les dijo que le chuparan la polla, entre las dos se la ...
    ... pusieron dura, le chupaban la polla y los huevos. Ricardo se sorprendió gratamente por las respuestas y la aceptación de su mujer a algo nuevo, se tocaba sentado en el taburete, su polla también se había puesto dura, Eduardo les dijo que se detuvieran y volvieran a la isla, cogió de nuevo el látigo y esta vez sí que las azotó, suave como para entrar en calor, las mujeres gemían y se cogían de la mano, Eduardo aumentó la intensidad y tras unos pocos latigazos se detuvo.
    
    -Ricardo, lame sus culos y espaldas. Ricardo obedecía, pasaba de un cuerpo a otro con su lengua. Eduardo subió a las mujeres en la isla y las recostó, comenzó a comerse el coño de Claudia y luego pasó al de Cristina, las dos gemían de placer al sentir la lengua de su amo. Eduardo iba de un coño al otro, le había dicho a Ricardo que les acariciara los pezones desde el otro lado de la isla. Claudia fue la primera en decir que se corría entre gemidos.
    
    ¡Me corro amo! ¡¡Me corro!! Cuando terminó, Eduardo pasó a Cristina y la llevó al orgasmo.
    
    -¡Me corro amo! ¡¡Me corroo!! Ricardo estaba muy excitado y dijo que él también estaba a punto, Eduardo le dijo que se corriera sobre la isla, así lo hizo de rodillas en un taburete hasta la última gota, luego les dijo a Claudia y Cristina que lo limpiaran con la lengua, ella obedecían, se introducían el esperma de Ricardo en la boca y se besaban pasándoselo de una a la otra hasta que no quedó nada. Eduardo cogió a Claudia y se la metió por el culo casi sin lubricar, ...
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