Diego y su amiga trans.15 - Relatos Eróticos

Diego y su amiga trans.15

Llegó al término de su trabajo se fue para para la casa de Erika, está después de semejante golpe anímico que había tenido por la muerte de su madre desde la tierra hasta ese momento había dormido. Cuando lo recibieron llegose abrazo y lloró mucho. Vamos para la quinta le dijo. Agarró ropa y lo siguió. Estaba tan perturbada que no se daba cuenta la disponibilidad horaria que tenía Diego y el acceso a la quinta. Ella fue apoyada en el pecho de Diego descansando, en ningún momento si bien lo pensaba, no se le ocurrió preguntarle como tenía tanta disponibilidad. Que daba cuenta que por más que llegó tuviste familia, por más que Diego fuese un gran amante, qué había sido o es una de las mejores personas con las que se encontró en una cama. Estaba brindando su apoyo incondicional, c la contenía como nadie. Ella encontraba en el un compañero perfecto. Diego , pensaba algo por el estilo de camino, ya no le gustaban ni un poquito las mujeres, la había pasado bárbaro con las 3 travestis, la había pasado bárbaro con Fabián, pero con Erika era distinto, le costaba resistirse a que solo era una excelente cama y nada más, se estaba convenciendo que un sentimiento más fuerte le cruzaba el pecho. A llegar a la quinta se bajaron y él solo la admiraba cómo caminaba, tratando de distraer siempre la mirada en otra cosa para no demostrarle lo caliente que siempre estaba con ella. Querés tirarte en el sillón?? Mientras yo preparo la comida, le propuso el a lo que ella acepto. Erika se volvió a ...

 dormir profundamente, al terminar la comida y servir la mesa Diego con un suave beso en los labios la despertó. En la comida fue poco el intercambio de palabras, Diego recogió todo y la mandó a ella que se volviera a tirar en el sillón. Luego se sentaron ambos abrazado mirando la televisión, fue ahí cuando ella lo miro a los ojos y le pregunto porque le dedicaba tanto tiempo?? A lo que él respondió porque te lo mereces!!! Yo te hablo en serio todo el tiempo que me dedicaste mas la quinta. Te puedo dedicar tiempo, podemos estar en la quinta porque me separé, no te lo dije antes porque quería asimilarlo bien. La quinta la tenemos todo el tiempo que yo quiera. Comenzaron a besarse sin mediar otra palabra. Ella tomó las riendas, y los besos subían de temperatura cada vez más, se sacó el vestido como si fuera una remera y quedó completamente desnuda ante el, ese semejante aparato que tanto le gustaba Diego tenía casi al 100. Ayudó a que llegó se sacara el short que tenía puesto Y así quedaron los dos desnuda. Se acariciaban con sus propios cuerpos, sin parar de besarse, te dabas cuenta qué no solo entre ellos había sexo, había piel, Y al parecer un sentimiento bastante fuerte. Se cayeron del sillón y quedaron en el piso. Revolcándose en la alfombra sin parar de besarse y tocarse. Con sus cuerpos acariciaban al otro, no Yami sexo oral ni penetración. Solo se calentaban con el roce de sus cuerpos, los dos estaban que reventaban. Y no paraban de besarse y entrelazar se las lenguas. Era ...