1. Silvina e Irene


    Fecha: 20/12/2020, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: Fantasito, Fuente: computo.ru

    Irene es rubia, hija de alemanes, tiene 20 añitos es hermosa por donde se la mire. Por mi trabajo visito el consultorio donde trabaja. Un día conoció a mi mujer, Silvina. Irene siempre supo que yo tenía unas ganas locas de cojerla. Una mañana que visito su trabajo me dice: Pablo, no quieren salir a cenar esta noche Silvina y tu? Comprendí que esa cena tenía otra connotación. Dije que si de inmediato. Cuando llegué a casa le conté a Silvina de la invitación. Debo decir que a Silvina le gustaba Irene tanto como a mí. LLegó la noche, cenamos los tres con mucha amistad y simpatía en un restorán. Después fuimos a bailar a un antro muy oscuro. Salimos a bailar Irene y yo. Nos apretamos, refregamos y toqueteamos de los mejor. En un momento me dice: - Silvina no se pondrá celosa? - - No, cuando nos sentemos dale un buen beso en la boca. -
    Así pasó. salimos del antro, conducía Silvina e Irene y yo estábamos fajando en el asiento trasero. Adónde vamos? preguntó Silvina, vamos a un motel, dije yo. Entramos, comenzamos a desnudarnos. Apareció el cuerpo de Irene en todo su esplendor. Silvina se hacía una suave paja mientras Irene, montada sobre mí se enterraba todo mi pene en su vagina. Acabamos casi juntos, la rubia bajó ...
     a mamarme la pija para que se volviera tensa y dispuesta. Mientras Silvina nos miraba sonriente la di vuelta y sin compasión se la enterré en el culo hasta los huevos. Mi mujer comenzó a acariciar y pajear a nuestra amiga hasta que acabamos los de nuevo.
    Yo estaba cansado, era el momento de Silvina. Pasó sobre mí y se montó sobre Irene que la recibió con muchas ganas. El amor entre ellas fue apasionado, lo que me hizo dudar con quien de los dos estaba caliente Irene. Yo terminé durmiendo y ellas pasaron la noche haciendo el amor lésbico. A la mañana quedamos acostarnos esa misma noche de nuevo. Al llegar la noche, directamente fuimos a nuestro departamento. Irene nos contó que estuvo tan caliente que tuvo que hacerse tres pajas durante el día. Esa noche no dormí, las mujeres se alternaban en mamarme la pija o mamarse las conchas entre ellas. No hubo posición ni acción lésbicas que no hicieran. De vez en cuando me permitían usar mi pija en alguna de ellas, pero era ocasional, las protagonistas eran ellas. Pasaron varias noches y todas las noches había sexo en casa, donde las protagonistas eran ellas. Por motivos ajenos a nosotros nos alejamos, pero hasta hoy Irene y Silvina son amigas de secretearse entre ellas. 
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