Anita en un círculo de luz
Fecha: 22/08/2019,
Categorías:
Anal
BDSM
Sexo con Maduras
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
rojizo, señal de que este tipo me había desgarrado el ano con su brutal acto de sodomía...Sentí un sudor frio cubriendo mi cuerpo; estaba empapada, sintiendo mi blusa blanca adherida a mi espalda.Otro hombre vestido de traje entró al círculo de luz. Miré hacia arriba, pero su rostro quedaba en un cono de sombra. Le dijo algo para mí inaudible al hombre desnudo, quien enseguida desapareció en las sombras.El hombre de traje habló entonces en voz alta, como si se dirigiera a un público:“Ahora es el turno de nuestro próximo invitado; por favor, disfruten del show”.Recién entonces entendí que me encontraba en un escenario y había personas cerca mirándome casi desnuda yaciendo en el piso. Por un momento pensé en pedir ayuda, pero todos ellos habían presenciado cómo me sodomizaban mientras estaba totalmente indefensa. Y nadie había hecho nada para evitarlo.Mientras mi cabeza trabajaba desesperadamente, otro hombre apareció en el círculo.Se inclinó y me susurró al oído, para que solamente yo pudiera escucharlo:“Veo que te dejaron la colita bien abierta y rota, nena, y además llena de leche…”Ni siquiera tuve fuerzas para responderle, pero cuando quise incorporarme para pedirle misericordia, recibí una tremenda bofetada que me dejó tendida otra vez.Las callosas manos del hombre tomaron mis piernas y jalaron de ellas, dejándome otra vez apoyada boca abajo sobre el suelo. Sin ninguna delicadeza tironeó de mis zapatos y pantalones, hasta que logró sacármelos del cuerpo. Entonces pude ver ...
cerca de mis manos la tanga que había usado esa noche, la cual evidentemente había sido arrancada de mi cuerpo por el primer tipo que me había cogido.El hombre la recogió del suelo y se la llevó a la nariz, oliéndola profundamente.“Hmmm, me encanta ese olorcito a puta que hay en esta tanguita” Dijo riendo, girando para mostrar mi diminuta tanga desgarrada al resto del público.Luego me sujetó por el cabello con una mano y me obligó a levantar la cabeza, Puso mi tanga frente a mi cara y la restregó una y otra vez, hasta que me hizo abrir la boca y la metió ahí, como mordaza, a pesar de mis quejidos y súplicas.“No la escupas hasta que terminemos, o va a ser mucho peor, putita” Me advirtió.Entonces me tomó por las caderas y se me levantó hasta dejarme con el culo bien expuesto, apretado y húmedo por mi sudor y el semen que había dejado el anterior.Pensé que este tipo había decidido también continuar la sesión anal y terminar de destrozar mi ya muy castigado culo, pero no fue así. De repente sentí que su gruesa y dura verga entraba violentamente entre mis labios vaginales.Todo terminó más rápido de lo que yo calculaba, o eso me pareció. La penetración fue brutal; sin ninguna compasión ni delicadeza. Sentía que me estaba partiendo en dos cada vez su verga entraba en mi concha… el dolor era cada vez peor. Pero finalmente después de unas veinte embestidas el hombre me aferró las nalgas con mucha firmeza, dejándome sus uñas marcadas y entre gemidos y hasta algún llanto eyaculó dentro ...