1. Vero o el placer del recuerdo


    Fecha: 20/08/2019, Categorías: Anal Fetichismo Masturbación Autor: hilfsar, Fuente: xHamster

    Los primeros rayos de sol del incipiente verano, estaban dejando en mi cada vez más promiscua calva, una sensación de escozor, que se mezclaba con un dolor cada agudo de cabeza, sin preludio de una de tantas jaquecas a las que soy propenso y hacen que tenga que refugiarme a oscuras en mi habitación sin más sonido que los latidos de mi corazón, testigo mudo de la soledad que me embarga desde que ella se había marchado; dejando como único testigo de su existencia, un par de libros de literatura francesa y aquellas horribles y tupidas cortinas en el salón que siempre había odiado, pero de las que ahora, me sentía incapaz de deshacerme.Ya estaba cerca de casa, quitarme el traje, una ducha fría, una aspirina y un merecido descanso después de un largo día de infructuoso trabajo.De pronto una sensación similar a la embriaguez me recorrió de arriba abajo, mi cabeza se volvió etérea, mis brazos pesados y finalmente mis piernas se negaron a soportar el resto de mi cuerpo, doblegándome de rodillas, sobre la sucia y transitada acera. Respire pesadamente, incapaz de incorporarme, esperando una mano que me alzara de nuevo al mundo de los vivos, pero nadie respondió a mi muda petición de auxilio. Podía ver a través de mis nublados ojos figuras deformes que se desplazaban a mi lado sin prestar la mas mínima consideración. No se cuanto pude estar así, segundos, minutos, a mi me parecieron horas, pesadas y monótonas, que se cargaban sobre mis hombros, hundiéndome cada vez más en una modorra ...
     mental mezcla de sueño y muerte.- ¿Te encuentras bien? - una dulce voz que sonaba como emitida desde el interior de una cueva, me saco de mi cada vez más profundo trance.- Estoy mareado - dije, haciendo un esfuerzo sobrehumano por aparentar entereza, sin conseguir con ello nada mas que un leve susurro de mis labios.- Debes tener un bajón de tensión por el calor, sabes, tienes la calvorota toda roja y estas sudando como si hubieses corrido una maratón ¿Hay alguien ha quien pueda avisar?Su voz sonaba dulce, tranquilizadora; e incapaz de distinguir con claridad su rostro, su aroma atravesaba mi nariz invadiendo mis cerebro de campos en flor y brisa de montaña, ¿como podía oler alguien tan bien en un día como aquel, con el calor mezclándose con el humo de los vehículos y la basura de los contenedores en descomposición.?-Vivo aquí al lado en el portal 265, si me ayudas a levantarme te lo agradeceré eternamente.Note como poniendo la cabeza bajo mi brazo, realizo un gran esfuerzo para conseguir alzarme, mas que gran esfuerzo tendría que decir titánico al descubrir una vez sobre mis pies que aquel ser apenas debía alcanzar el metro sesenta de estatura y pesar unos 50 kilos de peso, sobre todo si tenemos en cuenta que peso 85 kilos y mido 1,80.Renqueantes llegamos hasta el portal de casa, busque en el bolsillo de la americana las llaves y no sin algún que otro titubeo abrí. Una bocanada de aire fresco desde el interior del edificio hizo que recobrara parte de las fuerzas perdidas. Con ...
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